sábado, 17 de abril de 2010

EL GUANTAZO LITERARIO: Arthur Cravan


"No es que se bebiera la vida.
Se la follaba sin compasión."

Arthur Cravan no era muy querido entre sus colegas de las ligas boxísticas y los círculos literarios. La mayoría de los escritores lo miraban con desprecio, veían en él a un bufón desvergonzado, un vendedor de injurias que seguía al pie de la letra la consigna de los alborotadores según la cual la gloria es un escándalo. Sir Arthur Cravan se definía como el poeta con los cabellos más cortos del mundo y aseguraba considerar el arte como un medio y no como un fin. En su particular ranking los deportistas, los ladrones del Louvre y los locos estaban por encima de los artistas.

Por su parte los boxeadores lo veían como un señorito que posaba de rudo. Muy blanco para estar en los cuadriláteros y muy elocuente y bien peinado. “Rellenar mis guantes de boxeo con rizos de mujer”, escribía Cravan en su revista para ganarse la animadversión de los pegadores. Se le acusaba de degradar el boxeo con sus pantomimas de poeta duro. Su primer título lo ganó gracias a la enfermedad de su rival, quien no pudo presentarse al ring.

Nadie entendía cómo un mismo hombre podía hacer las veces de un culto señorito de mundo, un filipichín cosmopolita y donairoso, y presentarse además como un gañán tosco y primitivo, un malandrín ingenioso y brutal. Un gigante que oficiaba como poeta y boxeador, cantor de versos y quebrador de quijadas. Le apasionaba todo.

En una de las suyas, retó al campeón del mundo de pesos pesados, Jack Johnson. 110 kilos de negro sureño.El mítico combate tuvo lugar en Barcelona el 23 de abril de 1916.Jack Johnson reventó a nuestro amigo en 15 segundos. Placa placa.

Su verdadero nombre era Fabian Avenarius Lloyd. Nació en Lausana, Suiza, el 22 de mayo de 1887, donde permaneció hasta los 16 años. De allí emprendió su travesía de vagabundo que lo llevó por diversos oficios y países: fogonero en Australia, chofer de automóvil en Berlín, marinero en el Pacífico, caballero de industria no sé dónde, mulero, recolector de naranjas en California, encantador de serpientes en Nueva York, leñador de bosques gigantes, ladrón y delicioso farsante donde llegara. Luego de su periplo se instala en París, donde comienza a pulir sus puños en el club de boxeo Fernand Cuny.

Decía admirar el ruido que hacían Marinetti y los futuristas porque la gloria es un escándalo. En vista de que el insulto y la herejía necesitaban de algo más que su viva voz, fundó en 1912 la revista literaria Maintenant,que dirigía y escribía casi en su totalidad. De ella aparecieron 5 números, el último en 1915. Una buena muestra de la insolencia que destilaban sus páginas aparece en la sección Cosas Diversas que se publicaba al final de la revista: “Nos ha alegrado mucho la noticia de la muerte del pintor Jules Lefebvre”

¡ARRE!

extraído de Pintan Bastos.